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jueves, 8 de noviembre de 2018

Terapia craneosacral en animales


El sistema craneosacral es uno de los sistemas que constituye el organismo. Este envuelve el cerebro y la médula espinal, por lo que tiene la función de mantener el medio en el que se encuentra el Sistema Nervioso Central, de ahí la importancia de esta técnica que aunque es muy sutil es extremadamente potente. Las meninges, los huesos del cráneo, el sacro y el líquido cefalorraquídeo son las otras estructuras que componen este sistema. La fluctuación de este líquido genera un pulso que se denomina Movimiento Respiratorio Primario y que se extiende al resto del cuerpo por el sistema fascial  llegando a cada rincón del organismo como si tiramos una piedra a un lago en calma.
El sistema fascial conecta todas las estructuras del cuerpo por lo que una restricción en ellas puede alterar a su vez distintas partes del cuerpo provocando diferentes alteraciones.
“Podemos entender las fascias como un jersey de punto, si el jersey se queda enganchado en un clavo, podemos seguir las líneas de tensión a puntos muy alejados del clavo.”.
En condiciones de salud, este ritmo se siente con unas características determinadas (frecuencia, fuerza, amplitud, etc) que se pueden ver alteradas en presencia de enfermedades, traumatismos, tensiones o problemas emocionales, entre otros. Si este sistema falla, puede repercutir en los otros sistemas que forman la totalidad del organismo ya que todos están conectados entre sí.
El terapeuta entrenado detecta estas alteraciones o restricciones restableciendo los procesos fisiológicos del organsimo. La terapia craneosacral surgió a finales del siglo pasado de la mano del Dr. William G. Sutherland, osteópata estadounidense, siendo un método en el que el cuerpo cumple un rol “participativo” en los procesos de curación.
¿Qué se puede tratar con terapia craneosacral?
Son muchas las enfermedades y alteraciones que se pueden tratar con esta terapia complementando el resto de tratamientos veterinarios convencionales: problemas del sistema inmune, dolores o alteraciones musculoesqueléticas (artrosis, displasia, bloqueos articulares, hernias discales, fracturas, contracturas, distensiones, puntos gatillo, etc). También es extremadamente eficaz en problemas orgánicos ya que integramos técnicas que provienen de la osteopatía visceral para devolver la correcta movilidad y motilidad de los órganos haciendo que estos funcionen correctamente (insuficiencia renal, enfermedades hormonales, alteraciones en el sistema digestivo o respiratorio, etc).
Tratamiento de cicatrices: una cicatriz genera adherencias que con frecuencia llegan a tendones, ligamentos o músculos, algo que puede restringir la movilidad articular. También puede comprometer órganos impidiendo su correcta funcionalidad. Un ejemplo podría ser en el caso de las esterilizaciones de perras  y gatas donde se produce una incisión abdominal para extirpar los ovarios y el útero. Una mala cicatrización de esta puede ocasionar dolores y problemas de columna (vértebras torácicas y lumbares, caderas, sacro), alteraciones en el proceso de la digestión o en la eliminación de desechos (vejiga, colón, recto). Con esta terapia tratamos de forma eficaz en muy poco tiempo las cicatrices, soltando y liberando todos los tejidos y estructuras implicadas.

Además es una excelente herramienta para ayudar a reducir estrés y ansiedad ya que esta terapia actúa directamente sobre los centros neurológicos del sistema parasimpático (encargado de mantener un estado corporal de descanso, relajación y salud) y en las reacciones hormonales (fuertemente implicadas en los procesos comportamentales y emocionales) siendo un magnífico complemento en el tratamiento de problemas de conducta de nuestros animales.
En perros y gatos de edad avanzada los beneficios son realmente increíbles ya que al ser un tratamiento integral actúa a nivel físico, repercute en el estado emocional y la respuesta mental del animal, mejorando en todos los aspectos su calidad de vida: elimina dolor y malestar general, aporta energía y vitalidad, mantiene la funcionalidad de los órganos (muy importante en esta última etapa de su vida) y retrasa el envejecimiento cerebral.
¿Cómo es una sesión?
Durante  las sesiones las manos se colocan por distintas partes del cuerpo del animal (dependiendo de lo que vayamos encontrando), el animal enseguida percibe que es algo bueno para él y entra un profundo estado de relajación sintiendo una sensación de bienestar general . Las sesiones suelen durar entre una hora u hora y media y la frecuencia de estas las marca la evolución del paciente, siendo importante dejar el tiempo necesario entre una y otra (dependiendo de cada patología) para que se puedan percibir los cambios y mejoras.

domingo, 23 de julio de 2017

Acupuntura como tratamiento del dolor




Desde 1979 la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce y acepta la acupuntura como método de valor terapéutico y apoya su investigación y su uso.

La acupuntura es originaria de China y es la parte más conocida en Occidente de la MTC (medicina tradicional china) que incluye otras técnicas como fitoterapia y tuina.


La teoría de la MTC es compleja y no se puede resumir en unas lineas. Según la medicina tradicional china la enfermedad se origina cuando hay un desequilibrio del Yin y el Yang (son dos principios opuestos y complementarios a la vez) y el fin de la práctica de la acupuntura es buscar el equilibrio entre ambos. Actualmente, estos dos conceptos pueden relacionarse con el sistema nervioso simpático y el parasimpático respectivamente, intentando ofrecer una visión más occidental de esta técnica. 

Su aplicación consiste en la inserción de agujas en pequeñas depresiones anatómicas de la epidermis, dermis y fascias musculares (denominados puntos de acupuntura o acupuntos) para tratar numerosas patologías y procesos de enfermedad.

Sus resultados son altamente positivos en tratamientos de dolor generalizado, alteraciones y enfermedades del aparato locomotor, cuidados paliativos, rehabilitación neurológica, tratamiento de obesidad, mantenimiento del perro de trabajo y deporte, entre otros. 

La combinación de acupuntura con técnicas de fisioterapia  ofrece una mejor y mayor respuesta del organismo. 

El perro tiene más de 180 puntos clasificados en 14 grupos distintos. La línea imaginaria que conecta los puntos de cada grupo se denominan “meridianos”. El 71% de los acupuntos se corresponden con lo que la medicina occidental denomina  puntos de gatillo (disfunción miofascial). 

Numeros estudios tanto en personas como animales (en ellos no existe sugestión ni efecto placebo)  han demostrado la efectividad de la acupuntura en el tratamiento del dolor. En muchas ocasiones logra curarlo y en otras aliviarlo.

La acción sobre el dolor puede ser:

  • Acción local: por estimulación directa de las terminaciones nerviosas o por acción sobre la contractura muscular.

  • Acción a distancia: acción sobre el sistema nervioso central o sobre el sistema nervioso vegetativo.

  • Acción neuroendocrina:  por estimulación de la secreción de endorfinas.


La acupuntura, estimula el sistema opioide para que aumente la producción de sustancias antidolor de forma natural. 

¿Como es una sesión de acupuntura?


Se realiza un diagnostico basado en la MTC integrando los datos del diagnostico y síntomas de la medicina occidental. Tras obtener un diagnostico se eligen los puntos y técnicas a emplear  según el estado del paciente, patología, etc, así como la duración de la sesión. El número y la distancia entre sesiones también varían dependiendo de cada caso y su posterior evolución. En situaciones de dolor crónico se suelen realizar sesiones de mantenimiento de forma periódica para mantener una analgesia prolongada.



Bibliografía: Manejo práctico del dolor en pequeños animales y Manual de fisioterapia en pequeños animales


jueves, 29 de junio de 2017

Dolor crónico: el tratamiento eficaz





Definición de dolor crónico: “aquel dolor que, con una duración superior a seis meses, se mantiene, a pesar de que la causa que lo produjo haya desaparecido, o aun cuando ya no cumple su función biológico-defensiva.”

Puede aparecer como una patología en si misma o como un síntoma de otra, pero que puede ser más importante incluso que esta.

Actualmente, en medicina veterinaria, los estudios sobre el control del dolor están tomando más fuerza que nunca dejando claro, entre otras cosas, que se deben instaurar tratamientos multimodales y que abarquen diferentes áreas del animal y de su alrededor para conseguir minimizar los efectos negativos de este. 

Muchas veces la sensación de dolor en el animal va asociado a padecer también “sufrimiento”, por lo que su calidad de vida se ve mermada considerablemente, mucho más de lo que nos pensamos.

El dolor crónico es estresante, genera en el organismo del animal los mismos cambios fisiológicos que produce el estrés crónico:

  • El sueño se ve reducido notablemente en cantidad y calidad. No existe un descanso reparador y esto se mantiene en el tiempo con los consiguientes efectos nocivos que se producen en el organismo.

  • Se producen alteraciones posturales, lo que origina tensiones musculares que provocan todavía más dolor en el animal.

  • El estado anímico se ve alterado y el de otros muchos mecanismos (como gastrointestinales, urinarios o cardiorespiratorios) lo que lleva a conducir a más dolor crónico y mayor sufrimiento.

  • Produce hipervigilancia y sensibilidad a ruidos y luces.

En muchos casos se produce lo que se denomina Sensibilización Central. Este proceso afecta al sistema nervioso central que provoca un descenso del umbral del dolor. Aparece una respuesta dolorosa exagerada en intensidad y duración (hiperalgesia) y una percepción alterada  de estímulos normalmente no dolorosos (alodinia).

Además el dolor produce un deterioro importante en cuanto a la salud emocional se refiere produciendo alteraciones en su comportamiento: miedo, inseguridad, irascibilidad, agresividad, apatía, tristeza, hiperactividad, etc.

Todos estos procesos causan un deterioro importante en la salud física y psicológica de los animales, por lo que para instaurar un tratamiento eficaz y adecuado a cada paciente se deben valorar los cuatro componentes principales del dolor:

  • Componente sensorial: es la sensación de dolor que experimenta el animal, por ejemplo una ruptura de ligamento cruzado.

  • Componente emocional: es el sufrimiento que causa el dolor. Por ejemplo, tristeza y apatía por no poder moverse y estar metido en un transportín la mayor parte del día debido a la ruptura del ligamento cruzado. 

  • Componente motor: son los movimientos que el animal hace para limitar su dolor. Siguiendo con el mismo ejemplo de los dos puntos anteriores, levantar la extremidad en la que tiene la ruptura de ligamento cruzado.

  • Componente cognitivo: es la forma en la que el animal “piensa” en el dolor. Este componente es muy difícil de valorar de forma objetiva en animales, por lo que  se cree  que haciendo un enriquecimiento ambiental adecuado nos ayudara a reducir o cambiar este componente cognitivo. 


Separar estas cuatro áreas nos ayudará a valorar que componente está más afectado o en cual hay que hacer más hincapié en nuestro plan de tratamiento. 

No en todas las patologías y enfermedades prevalece el mismo componente. Podemos tener patologías en las que el componente sensorial es la prioridad en el tratamiento como por ejemplo un tumor óseo, y que una vez cubierto este se influya directamente en el componente emocional (se encuentra más feliz y mejor porque el dolor está más controlado) por lo que después podremos comenzar con juegos de estimulación mental, actividades conjuntas, etc, para seguir tratando el área emocional. 

Otro ejemplo diferente sería un perro que padezca osteoartritis moderada en caderas en las que hemos restringido sus recursos  y ciertas actividades por la enfermedad y no por dolor: le tenemos a dieta por sobrepeso y no puede jugar con su pelota para no realizar movimientos bruscos y hacerse daño. 
En este caso  el animal puede estar sufriendo más por la ansiedad por la comida y la frustración por no poder jugar a la pelota. Aunque el componente sensorial no es el principal área a tratar, sintiéndose así tiene mas predisposición a percibir más dolor ya que tiene menos distracciones en la cabeza para quitarse el dolor. 
En este caso deberíamos tener en cuenta que la prioridad son los componentes emocionales y cognitivos por lo que podríamos o bien repartir su comida en más tomas diarias o introducir su ración en juguetes interactivos para reducir su ansiedad por la comida y comenzar con juegos de olfato para reducir su estrés y su carga de actividad de una manera tranquila y relajada. 
Haciendo un buen diagnostico y una buena evaluación nos centraríamos en el componente emocional y cognitivo para que el animal tuviera el mayor bienestar posible. 

Como podéis comprobar el tratamiento del dolor crónico es mucho más que dar una pastilla, de hecho hay muchas terapias que pueden ser utilizadas.

Para el componente sensorial y motor se pueden utilizar distintas técnicas para reducir dolor: acupuntura, rehabilitación y fisioterapia, terapia craneosacral, nutracéuticos y medicamentos específicos para cada tipo de dolor y paciente, etc. El veterinario responsable del caso será quién decida que método es adecuado para cada individuo concreto.

Para el componente emocional y cognitivo también disponemos de numerosos recursos: trabajos de olfato, estimulación mental, ejercicios activos de bajo impacto, técnicas de aprendizaje y resolución de problemas, enriquecimiento ambiental, masaje, etc. 

El objetivo del programa de tratamiento de dolor crónico debería ser amplio y completo para ofrecer una mayor calidad de vida en el día a día del animal a tratar. Cada individuo es un ser único y diferente.



“Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible, y de repente estarás haciendo lo que es imposible”.







Bibliografía: Manual de rehabilitación y cuidados paliativos en pequeños animales.

martes, 25 de octubre de 2016

Terapia láser, un excelente aliado en el tratamiento contra el dolor

La terapia láser es uno de los métodos más avanzados que existen actualmente en la medicina veterinaria. Numerosos estudios científicos han demostrado su efectividad en un gran número de patologías.

¿Cómo funciona?

El láser terapéutico utiliza distintas longitudes de onda de luz infrarroja para producir efectos terapéuticos. La energía que se emite aumenta la circulación sanguínea, disminuye el edema y aumenta el aporte de oxígeno y nutrientes a las zonas dañadas produciendo así los efectos beneficiosos que se buscan.
Estos efectos son aceleración en la cicatrización, reducción de dolor, de la inflamación, de espasmos musculares y rigidez, por lo que se consigue que el paciente se recupere antes y en muchos casos se disminuye e incluso se elimina el uso de medicación.

¿Para que patologías es beneficiosa la terapia láser?


– Osteoartrosis
– Dolor en articulaciones
– Tendinopatías
– Edema y congestión
– Esguinces y distensiones musculares
– Heridas penetrantes
– Lesiones traumáticas
– Dolor post-quirúrgico
– Dolor en cuello y espalda
-  Dolor miofascial (puntos gatillo)
– Displasias de cadera
-  Bursistis y callos de apoyo
– Quemaduras
– Heridas crónicas o con problemas en la cicatrización e infectadas
– Otitis, otohematomas
-  Granulomas por lamido
– Saculitis
– Dermatitis
– Gingivitis
– Traumatología y ortopedía
– Rehabilitación y fisioterapia
-  Lesiones neurológicas

¿Cómo son las sesiones de laserterapia?

No es necesario sedar al paciente y suele ser una experiencia agradable y reconfortante para ellos. Las sensaciones son muy ligeras, en ocasiones sentirá un calor suave y relajante.  Es un tratamiento totalmente inocuo para el animal, pudiendo utilizarse en todo tipo de pacientes. Con la técnica adecuada se puede aplicar incluso sin tener contacto con el animal para aquellos que son especialmente sensibles o con algún tipo de problema de comportamiento por lo que se reduce al máximo la aparición de estrés durante los tratamientos . 

Es recomendable realizarlo en un ambiente relajado y sobre superficies acolchadas o mullidas para un mayor confort del paciente. 

Cada tratamiento suele durar de 3 a 8 min, pero en muchos animales se tratan varias zonas ya que es muy frecuente que existan puntos de dolor en varias estructuras debido a los cambios compensatorios musculoesqueleticos que se producen en el cuerpo cuando existen una o varias lesiones.

¿Es seguro?

Trabaja en longitudes de onda que no son ionizantes por lo que no puede producir tumores por sí mismo, lo que sí está contraindicado es aplicarlo sobre un tumor ya existente. Lo único a tener en cuenta y que el profesional que lo aplica debe asegurar es no dirigir en ningún momento el haz de luz directamente hacia el ojo del paciente, de sus acompañantes o los suyos propios, para esto existen unas gafas especiales, tanto para los animales como para nosotros para garantizar la máxima seguridad. 

¿Cuándo se notan los beneficios?

Aunque en la mayoría de los casos se nota una mejoría en el confort y en la movilidad desde la primera sesión todos los pacientes requieren de varios tratamientos para obtener un buen resultado y a largo plazo. El número de sesiones varia en función de la patología a tratar, del estado del paciente y la distancia entre tratamientos ya que su efecto es acumulativo.
Será el veterinario quién estudie el caso concreto y aplique un protocolo individualizado para cada animal.

¿La terapia láser es compatible con otros tratamientos?

Por supuesto que sí. La terapia con láser se utiliza a menudo con otras formas de tratamiento como por ejemplo en rehabilitación en la que se combina con terapia física, masajes, movilizaciones y ajustes musculoesqueléticos , electroterapia,  ultrasonidos… acupuntura, quiropráctica.






jueves, 29 de septiembre de 2016

Dolor miofascial en perros

Un punto de gatillo miofascial es una zona hiper-irritable  asociado a un nódulo palpable hipersensible que se encuentra en el interior de una fibra muscular.

Estos puntos causan dolor de manera espontánea o a la palpación, además muchas veces puede provocar dolor referido , es decir que este irradie hacia otras partes del cuerpo. También causan  disfunción motora como pérdida de fuerza, reducción del movimiento articular y disfunción visceral asociada (mal funcionamiento de un órgano que acaba generando problemas). 

Esta disfunción se denomina síndrome de dolor miofascial y es muy frecuente. Un estudio realizado a 109 pacientes entre 2007 y 2014 en la Clínica Veterinaria das Oliveiras en el servicio de medicina física y rehabilitación revelo que el 92% de los animales presentaba puntos gatillo frente al apenas 8% que no tenía. La conclusión final es que independientemente de la patología que sufran, la mayoría de los pacientes que acuden a rehabilitación y fisioterapia  padecen este síndrome.

Es muy frecuente padecer dolores musculares inespecíficos que tienen su origen en el sistema miofascial.  Este recubre toda la musculatura del cuerpo, crea conexiones entre sí y sostiene el aparato locomotor. Muchos animales sufren dolor difuso, molestias, incomodidad en músculos y articulaciones sin que se aprecie una lesión en alguna estructura evidente, rigidez, debilidad, dolor de cabeza, alteraciones en el sueño, irritabilidad,etc . El sistema miofascial puede generar estos y otros síntomas por tensión, retracción e irritación debido a diferentes causas: excesiva  o escasa actividad física, lesiones en fase de recuperación, sobreesfuerzos, estrés, problemas de comportamiento, posturas o ejercicios incorrectos, mal estado de forma física, sobrecargas musculares crónicas por compensaciones posturales, etc.


Este síndrome produce en muchos casos hiperalgesia (estado de sensibilidad aumentada al dolor, que ocurre después o durante una lesión y puede persistir de forma crónica), alodinia central (estados de dolor que se producen ante estímulos que habitualmente son indoloros) y dolor referido (hacia otras partes del cuerpo) como ya hemos mencionando anteriormente.

 Muchas veces estas consecuencias provocan en el animal distintas lesiones provocadas por ellos mismos:  lamido excesivo, se arrancan el pelo, se persiguen la cola, se automutilan, etc. 

Por todo esto es de vital importancia tratarlos de forma efectiva para que el proceso de recuperación sea lo más completo posible. 

Entre los tratamientos existentes la punción seca es considerada por muchos profesionales el abordaje más rápido y eficaz ya que rápidamente se consigue la relajación muscular.
Otras técnicas utilizadas frecuentemente para tratar este síndrome  son el masaje, los estiramientos musculares, los ultrasonidos, el láser y los TENS. 


El pronostico depende de la causa por la que se ha generado el punto gatillo, tienen mejor pronóstico en lesiones musculares agudas que las que aparecen de manera secundaria en lesiones crónicas debidos a compensaciones posturales por dolencias osteoarticulares o neurológicas. En estos casos estos puntos hiperirritables tenderán a reaparecer. Aún con esto el tratamiento regular del síndrome miofascial en estos casos mejorará la calidad de vida del paciente de manera considerable pues reducirá las molestias que provocan los dolores crónicos. 



Fuente: Manual de fisioterapia en pequeños animales. Manejo práctico del dolor en pequeños animales

domingo, 31 de enero de 2016

Células madre como tratamiento frente a los problemas articulares en perros y gatos



Aunque puede aparecer en animales de cualquier edad, la osteoartrosis es un problema significativo en los perros de edad media y avanzada y afecta al menos a un perro de cada cinco. En cuanto a gatos se refiere estudios recientes demuestran que el 90% de los gatos mayores de 12 años presentan signos de degeneración articular. 

Es de vital importancia identificar los signos de dolor en nuestros compañeros, ya que no necesariamente puede coincidir la imagen radiológica con la sintomatología. Además en los gatos se ha de prestar especial atención ya que apenas es diagnosticada y/o tratada con regularidad debido principalmente al instinto de supervivencia de los gatos, que hace que oculten los síntomas de dolor, por lo que esto hace que sea difícil su identificación por parte de los dueños. 

La artrosis es la enfermedad degenerativa articular más frecuente, caracterizada por la destrucción del cartílago que recubre las superficies óseas.

El cartílago es un tejido que hace de amortiguador al proteger los extremos de los huesos y que favorece el movimiento de la articulación. Cuando se desarrolla la artrosis, dicho cartílago pierde sus propiedades. Puede incluso llegar a desaparecer, haciendo que los extremos de ambos huesos rocen directamente, produciendo dolor, inflamación, rigidez y pérdida de la movilidad.


Además  aparecen osteofitos (crecimiento de hueso adicional alrededor de la articulación) por lo que este proceso hace que la enfermedad sea aún más dolorosa.
Existen varios tratamientos para ayudar principalmente a controlar el dolor y mantener en buen estado el sistema musculoesquelético, de todos ellos ya hemos hablado en otras ocasiones. Hoy nos vamos a centrar en un tratamiento relativamente "nuevo" (ya que se realiza en pocas clínicas de nuestro país), es el tratamiento con células madre. 

¿Como actúan las células madre sobre el organismo?

Las células madre poseen una gran capacidad inmunorreguladora y regenerativa. Son capaces de acudir al lugar de la lesión, disminuir la inflamación y regenerar gran parte de los tejidos dañados.

¿En qué casos se recomienda?

En artrosis avanzadas primarias y secundarias a displasias de cadera, displasia de codo, osteocondritis disecante y en otras alteraciones articulares.

Pero también en otros casos:

- En daños en los cartílagos articulares post-traumáticos o sobreesfuerzos
- Coadyuvante en el tratamiento de fracturas
- En roturas parciales de tendones y ligamentos

Los estudios han demostrado que el 80% de los casos mejoran y en un 60-70%  permite prescindir de los AINES (antiinflamatorios) durante aproximadamente año y medio.

¿Como se obtienen?

Se obtienen mediante la extracción de grasa subcutánea (con un incisión a nivel de la línea alba). Esta muestra se envía directamente al laboratorio encargado de realizar el cultivo de las células madre, lo que dura aproximadamente dos semanas. Después las jeringas son enviadas a la clínica u hospital remitente.

Una vez recibidas las dosis, es el veterinario especialista el que debe realizar las infiltraciones mediante artrocentesis (punción articular) , dónde se introducen las células madre. En algunos casos es necesario realizar varias infiltraciones debido o bien al tamaño del animal o en casos de que se infiltre en varias articulaciones.

El mismo laboratorio se encarga de guardar una muestra congelada de forma que se pueden realizar varios tratamientos. Además si al cabo de 3 meses tras la aplicación de la terapia no se observa una notable mejoría clínica, ellos se encargan de llevar a cabo un tratamiento adicional sin coste.

Aquí os hemos resumido la información general, pero el tratamiento siempre es personalizado e individualizado para cada caso.

Este tratamiento es muy esperanzador ya que nos va a permitir tener otra alternativa para que nuestros compañeros con problemas articulares tengan una notable calidad de vida.

Aquí os ponemos un enlace de Zeus, un Gran Danés, que fue tratado con células madre en México y el cambio tres meses después es espectacular, podéis encontrar su historia completa en internet.