domingo, 29 de abril de 2018

Las cicatrices y como afectan en todo el cuerpo



La mayoría de las personas nunca nos hemos parado a pensar que puede provocar una cicatriz en el cuerpo. 

Normalmente solo vemos la parte superficial de la herida, pero bajo ella todos los tejidos, estructuras, órganos y sistemas han podido verse afectados y con el paso del tiempo esta circunstancia puede provocar disfunciones musculoesqueléticas, viscerales e incluso vasculares alterando el correcto funcionamiento de todo el organismo.

Una cicatriz genera adherencias que con frecuencia llegan a tendones, ligamentos o músculos algo que puede restringir la movilidad articular. También puede llegar a órganos impidiendo su correcta motilidad y movilidad  provocando una alteración en la funcionalidad de este. 

La tensión de todas estas estructuras puede forzar la columna vertebral y provocar dolor de espalda. 

Si no tratamos adecuadamente todo esto irá desecadenando numerosos procesos que se mantendrán en el tiempo desviando la atención del verdadero origen de los problemas producidos por estas tensiones.

Siempre recordaré el ejemplo con el que mi maestra de TCS nos explico lo que implican las cicatrices en el organismo. Es fácil: ponte enfrente de un espejo, coge con tu mano una esquina de tu camiseta y arrugala ¿ves la de tensiones que se producen en toda ella por tan solo generar un nudo en una pequeña parte ? Lo mismo ocurre con los tejidos del cuerpo, y por supuesto con el de nuestros animales.

Cada vez que se genera una herida deberíamos permitir que todo el funcionamiento del organismo se restablezca lo antes posible. Con la terapia craneosacral tratamos la cicatriz a nivel superficial devolviendo la elasticidad y movilidad de la herida y los tejidos adyacentes. Además a través de las fascias podremos detectar cualquier anomalía en cualquier parte del organismo para después poder ser corregida.

Como ya hemos dicho pueden ser de origen musculoesquelético, retracciones tendinosas, contracturas, puntos gatillo, pérdida de flexibilidad en las vértebras, de origen visceral, restricciones que comprometan la correcta movilidad de los órganos, e incluso pueden provocar alteraciones directamente en el sistema craneosacral impidiendo que haya una correcta circulación del líquido cefalorraquídeo. Tendremos todo esto en cuenta durante el tratamiento para que todo pueda funcionar de manera correcta. 


Un ejemplo común sería el de la siguiente fotografía.
Una oht (ovariohisterectomía) cirugía rutinaria de esterilización, donde se realiza una incisión abdominal para extirpar los ovarios y el útero en perras y gatas. Como veis son muchas las estructuras implicadas tras esta intervención, por lo que es recomendable un buen tratamiento post-quirúrgico con terapia craneosacral para poder acelerar el proceso de recuperación del animal.



Fotografía programa 3D Dog Anatomy