jueves, 29 de septiembre de 2016

Dolor miofascial en perros

Un punto de gatillo miofascial es una zona hiper-irritable  asociado a un nódulo palpable hipersensible que se encuentra en el interior de una fibra muscular.

Estos puntos causan dolor de manera espontánea o a la palpación, además muchas veces puede provocar dolor referido , es decir que este irradie hacia otras partes del cuerpo. También causan  disfunción motora como pérdida de fuerza, reducción del movimiento articular y disfunción visceral asociada (mal funcionamiento de un órgano que acaba generando problemas). 

Esta disfunción se denomina síndrome de dolor miofascial y es muy frecuente. Un estudio realizado a 109 pacientes entre 2007 y 2014 en la Clínica Veterinaria das Oliveiras en el servicio de medicina física y rehabilitación revelo que el 92% de los animales presentaba puntos gatillo frente al apenas 8% que no tenía. La conclusión final es que independientemente de la patología que sufran, la mayoría de los pacientes que acuden a rehabilitación y fisioterapia  padecen este síndrome.

Es muy frecuente padecer dolores musculares inespecíficos que tienen su origen en el sistema miofascial.  Este recubre toda la musculatura del cuerpo, crea conexiones entre sí y sostiene el aparato locomotor. Muchos animales sufren dolor difuso, molestias, incomodidad en músculos y articulaciones sin que se aprecie una lesión en alguna estructura evidente, rigidez, debilidad, dolor de cabeza, alteraciones en el sueño, irritabilidad,etc . El sistema miofascial puede generar estos y otros síntomas por tensión, retracción e irritación debido a diferentes causas: excesiva  o escasa actividad física, lesiones en fase de recuperación, sobreesfuerzos, estrés, problemas de comportamiento, posturas o ejercicios incorrectos, mal estado de forma física, sobrecargas musculares crónicas por compensaciones posturales, etc.


Este síndrome produce en muchos casos hiperalgesia (estado de sensibilidad aumentada al dolor, que ocurre después o durante una lesión y puede persistir de forma crónica), alodinia central (estados de dolor que se producen ante estímulos que habitualmente son indoloros) y dolor referido (hacia otras partes del cuerpo) como ya hemos mencionando anteriormente.

 Muchas veces estas consecuencias provocan en el animal distintas lesiones provocadas por ellos mismos:  lamido excesivo, se arrancan el pelo, se persiguen la cola, se automutilan, etc. 

Por todo esto es de vital importancia tratarlos de forma efectiva para que el proceso de recuperación sea lo más completo posible. 

Entre los tratamientos existentes la punción seca es considerada por muchos profesionales el abordaje más rápido y eficaz ya que rápidamente se consigue la relajación muscular.
Otras técnicas utilizadas frecuentemente para tratar este síndrome  son el masaje, los estiramientos musculares, los ultrasonidos, el láser y los TENS. 


El pronostico depende de la causa por la que se ha generado el punto gatillo, tienen mejor pronóstico en lesiones musculares agudas que las que aparecen de manera secundaria en lesiones crónicas debidos a compensaciones posturales por dolencias osteoarticulares o neurológicas. En estos casos estos puntos hiperirritables tenderán a reaparecer. Aún con esto el tratamiento regular del síndrome miofascial en estos casos mejorará la calidad de vida del paciente de manera considerable pues reducirá las molestias que provocan los dolores crónicos. 



Fuente: Manual de fisioterapia en pequeños animales. Manejo práctico del dolor en pequeños animales