lunes, 21 de noviembre de 2016

¡Adiós al aburrimiento! Estimulación mental en perros

Igual de importante es ocuparse del estado físico como el mental de nuestros perros. Ellos tienen la necesidad natural de utilizar su inteligencia, cuando ésta no está satisfecha suelen surgir problemas o incluso les puede producir una tremenda infelicidad.

Es frecuente que los perros se aburran cuando no están acompañados ya que no son capaces de distraerse solos y los pocos que sí lo hacen es por muy poco tiempo porque enseguida se desmotivan. Ellos siempre esperan que seamos nosotros quien tomemos la iniciativa y les proporcionemos el juego, ya sea de forma conjunta o facilitándoles algún tipo de juguete o actividad, cuando esto no ocurre se aburren.

En 1977 se llevó a cabo un estudio  para determinar en que medida los perros domésticos llevaban una vida activa. Los responsables del estudio suponían que como los lobos y los semejantes de nuestros actuales perros pasaban muchas horas al día en movimiento, esta predisposición la heredarían sus predecesores y esto les llevaría a ser también animales muy activos.
Además querían averiguar si una escasa actividad mental y poco ejercicio físico tenían relación directa con padecer problemas de comportamiento.

El estudio arrojó datos sorprendentes: ¡casi el 40% de los perros pasaban 20 o más horas al día inactivos!

Un 34 % de los perros pasaban 6 horas al día realizando alguna actividad, por lo que descansaban hasta 18 horas diarias.

El 27 % estaba activo entre 4 y 6 horas, o lo que es lo mismo, pasaban de 18 a 20 horas descansando.

En lo que se refiere a la relación de los problemas de comportamiento junto a la poca actividad física y mental, los resultados también fueron muy significativos:

Del grupo más activo casi la mitad de los perros sufría algún tipo de trastorno del comportamiento pero la mayoría de poca importancia (según la valoración de sus responsables).

El 75 % del grupo intermedio presentaban problemas de conducta considerados de gran importancia  casi la mitad de ellos. 

Muy preocupante fue el resultado en el grupo de perros pasivos, el número de perros con problemas de comportamiento eran todavía mayor, el 82 % sufrían problemas de conducta y casi todos eran graves.  

Tras este estudio y con los perros que sufrían problemas de comportamiento, se realizó otra investigación con el objetivo de encontrar los principales factores estresantes en los perros domésticos, en el que el subestímulo era el principal causante de los problemas de conducta: el 86,5 % de estos perros permanecían inactivos más de 20 horas al día.

Muchos de esos perros mejoraron notablemente al aumentar su estimulación física y mental. 

En el libro de Anders Hallgren “Adiestramiento mental para perros” de dónde hemos sacado mucha información para este post, nos lo explica claramente: 

La conclusión es sencilla: cuanta menos actividad desarrolla un perro, más energía sobrante genera, y esta energía desemboca a menudo en problemas de comportamiento, los cuales se manifiestan en diversas formas, hasta el punto de que en ocasiones el amo llega a desear que su mascota duerma incluso más horas…

¿Acaso es vida para un perro pasarse el día durmiendo? Un  can aburrido descansa a la espera de que pase algo. Y espera y espera… Cuando los perros esperan, su cuerpo se acomoda a un bajo desgaste de energía, el metabolismo baja al mínimo y todo el sistema hormonal se transforma. El resultado es un perro que va perdiendo estímulos, que pasa sus horas, en definitiva su vida, en un sueño perpetuo.”

Sabemos que los perros necesitan más horas de descanso que nosotros, pero las horas recomendadas para un perro adulto son de 15 a 16 horas que se reparten en la noche y en pequeñas siestas durante el resto del día. La edad, raza y tamaño también pueden influir en el tiempo dedicado a descansar. El descanso por supuesto debe ser de calidad en un lugar limpio, seco y confortable para que el sueño sea reparador y renueve las energías desgastadas a lo largo del día. Además debemos tener en cuenta el ciclo biológico de los perros en los que ellos tienen dos picos de actividad más intensos (a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde) y uno más moderado en la mitad del día. Lo ideal es ajustar sus actividades según sus biorritmos.

Las actividades recomendadas para una buena estimulación física y mental de nuestros  perros son diversas y se pueden resumir en cuatro grandes grupos. Antes de nombrarlos debemos tener en cuenta siempre que hay que realizar los juegos y ejercicios de forma que el perro se sienta motivado, aquí no tiene cabida la exigencia ni el castigo. La mejor forma de motivarlo es mediante el uso de premios apetecibles y de felicitaciones con entusiasmo por nuestra parte. De esta manera estimulamos sus ganas de practicar y reforzamos nuestra relación con él. Pasamos a nombrar las cuatro categorías:

1. El aprendizaje

Aprender cosas nuevas es un gran estimulo mental en sí mismo. Lo importante de los ejercicios es el proceso de aprendizaje, no la forma en que lleva a cabo los ejercicios como tal. Lo que de verdad estimula su mente es la comprensión de lo que debe hacer. Ejemplos de este grupo sería el aprendizaje de nuevas conductas o comportamientos: la llamada, sienta, tumba, junto, dar la pata, hacer el muerto, dar vueltas, subirse a una superficie y todos los que se te puedan ocurrir, hay infinidad de cosas nuevas que le puedes enseñar a tu perro.

2. Resolución de problemas

Los perros son animales muy inteligentes, como lo son sus antepasados los lobos. Estos diariamente tenían que ejercitar su mente resolviendo multitud de problemas que les presentaba la naturaleza para poder conseguir comida. Nuestros perros ya no tienen este problema ya que la búsqueda de alimento no es necesaria al ponerles cada día su ración de comida en un plato. Además nuestros compañeros de cuatro patas tienen la habilidad de calcular ángulos, como hacen los lobos, quienes son capaces de cortarle el camino a un presa mientras huye tomando en cuenta la velocidad y dirección que toma el animal para después calcular por donde pueden cortarle el paso y así apoderarse de ella. 
Si tiramos a nuestro perro una pelota contra la pared, es capaz de calcular por donde pasará después de haber rebotado. De la misma manera si le arrojamos un freesbe podemos observar que son capaces de calcular exactamente donde va a aterrizar el disco. 
Otros ejercicios son colocarnos frente a una valla y que nuestro perro encuentre la manera de reencontrarse con nosotros (sabiendo que momentáneamente se tiene que alejar de nuestro lado). 
También podemos utilizar juguetes inteligentes e interactivos (actualmente hay muchísimos tipos en el mercado y de distintos niveles de dificultad) que les hacen utilizar su mente para acceder a los premios, e incluso hay muchos tutoriales en internet para fabricar juguetes de este tipo de forma casera. Pon en marcha tu imaginación! 



3. Trabajos de olfato

¡Se calcula que el olfato del perro es un millón de veces mejor que el del hombre! De ahí que los perros sean capaces de encontrar personas, drogas, bombas o incluso de detectar enfermedades. 
Olfatear además de darle gran cantidad de información del entorno, les hace disfrutar enormemente a la vez que les proporciona calma y tranquilidad. Cinco minutos de ejercicios usando el olfato les cansa más que 15 minutos corriendo enérgicamente. Hay diferentes tipos de juegos de olfato como búsqueda de comida o juguetes, introducción de olores, juegos de escondite, seguir rastros,etc. 
Es muy importante enseñarle a jugar guíandole inicialmente para que su motivación por el juego aumente e ir incrementando el nivel de dificultad a la vez que vemos progresos en el perro. 

4. Ejercicios de equilibrio y propiocepción

Los perros disponen de un gran control corporal ya que la parte del cerebro que se encarga de ello, el cerebelo, está muy bien desarrollado. Una vez más han heredado del lobo la facultad de moverse con seguridad en distintos y accidentados terrenos, incluso en la oscuridad y a gran velocidad. Además son capaces de superar los obstáculos que se les van presentando en el camino. Los distintos tipos de suelos y superficies les hace conocer mejor su propio cuerpo, se sienten más seguros y mejora su resistencia y musculatura. Para ejercitar este grupo podemos realizar agility o nuestro propio circuito de obstáculos en la calle ( saltar un banco, subir a un muro, pisar sobre césped, arena y asfalto, hacer serpentinas en las farolas; si salimos a pasear al campo será la propia naturaleza quien nos ayude a estimular el control de su cuerpo (saltar un tronco, esquivar rocas, subir terraplenes, bajar senderos empinados, etc).  

Como habéis podido comprobar hay muchas cosas que podemos hacer para proporcionar una buena estimulación física y mental a nuestro compañero de cuatro patas en los distintos escenarios cotidianos que nos rodean: en casa, en el parque, en el campo, en la terraza o jardín ¡en cualquier parte!. Los progresos se ven desde el primer día de iniciar un programa de estimulación mental, los perros se muestran más tranquilos, equilibrados y además mejoran nuestro vínculo con él por lo que se traduce en un perro más feliz y nosotros con él. 

Ahora hagamos un reflexión a una pregunta que suelen hacer las personas cuando se les habla de la necesidad de estimulación mental en sus perros: ¿¡de donde saco el tiempo si  al final del día no me quedan horas para hacer nada?! Nuevamente escogemos una cita del libro de Anders Hallgren que dará que pensar a muchos de nosotros (y esto siempre es bueno 😉 )

¿Dónde encaja en un día tan lleno la actividad con el perro? El quid de la cuestión es: si usted no tiene tiempo de satisfacer las necesidades básicas de un perro, como por ejemplo llevarlo a pasear cada día, sería preferible que no tuviera perro. Es un error tener un animal tan sociable, inteligente y dependiente como un perro para luego dejarlo solo. Un perro es un miembro más de la familia cuyas necesidades son muy similares a las de los humanos; de hecho no somos tan distintos. Pero si es usted una persona responsable, le dará prioridad a las necesidades de su perro. Y si usted no lo puede hacer, buscará a alguien que se ocupe del animal mientras esté usted ausente, alguien que lo saque a pasear, que lo alimente y le dedique el tiempo suficiente”.

Ahora bien, ¿cuanta actividad mental debemos proporcionarle a nuestro perro?
Lo ideal es que todos los días se le proporcione ejercicio físico suficiente junto con algo  de estimulación mental. Como hemos dicho anteriormente los perros también necesitan tener un buen descanso por lo que no debemos excedernos porque esto sería contraproducente. Cada individuo es distinto y por lo tanto lo son también sus necesidades, el propio perro, con su comportamiento, nos guiará para saber que porcentajes son los ideales para él y para su bienestar. 





Fuente: Libro "Adiestramiento mental para perros" Anders Hallgren
Post realizado para La Huella de Irca y Clínica Veterinaria Díaz de la Cebosa

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