Los perros mayores que hacen ejercicio regular, juegos de estimulación mental y que tienen una buena alimentación pueden retrasar e incluso evitar algunos cambios físicos y cognitivos que aparecen en su última etapa de vida como pueden ser la pérdida de musculatura, problemas de movilidad, metabolismo reducido y alteraciones en la capacidad cognitiva.
Hoy nos vamos a centrar en la alimentación:
Existen ciertos cambios que se producen con el paso de los años y que hay que tener en cuenta a la hora de proporcionar una dieta adecuada a nuestro perro mayor.
Su capacidad olfativa disminuye, aunque si hacemos juegos de olfato de manera regular hay menos probabilidades de que esto ocurra. El apetito también se ve afectado ya que las papilas gustativas se atrofian y su saliva se vuelve más espesa y escasa. En ciertas ocasiones, debido al declive cognitivo, el reconocimiento de los alimentos baja de manera considerable. Por otro lado, sus digestiones se vuelven más lentas y además pierden agua de manera progresiva.
Por todo esto, lo ideal es dar una dieta compuesta de alimentos frescos sin tratar en lugar de alimentos secos y procesados. Hay estudios que apuntan que la esperanza de vida en perros aumenta hasta en tres años más tomando alimentación natural. Los piensos, por lo general, tienen un gran porcentaje de carbohidratos, baja calidad de proteínas, carencia de omega 3 y una escasa humedad. Esto acelera el proceso de envejecimiento por el estrés continuo al que se someten los órganos y tejidos y en muchas ocasiones genera obesidad. Además el cuerpo es sometido a una deshidratación crónica que puede acabar generando problemas renales y enfermedades crónicas en muchos casos.
La alimentación natural nos aportará todos los nutrientes necesarios como son proteínas y grasas de gran calidad, vitaminas, minerales, enzimas, micro nutrientes y fitonutrientes. Muchos de los alimentos que se incluyen en este tipo de dietas tienen propiedades antioxidantes captando así los radicales libres implicados en el proceso de envejecimiento y de diversas patologías.
Por lo general los perros mayores que comen productos naturales tienen mayor vitalidad y energía. Se mantienen muy activos y muchas veces parece que rejuvenecen al hacer el cambio a este tipo de dieta.
Entonces, ¿que ingredientes son los más adecuados para la salud de nuestros abueletes?
En la etapa senior, cuando haya una bajada del nivel de actividad, es recomendable reducir la ingesta de calorías (15-20% menos que en adultos) pero nunca reducir la cantidad de proteína total como se recomendaba antiguamente. Recientes estudios han demostrado que el cuerpo necesita determinada cantidad de proteína para poder regenerar y mantener los tejidos y ademas se ha comprobado que la ingesta de proteínas no está relacionada con insuficiencia renal.
Las proteínas deben provenir de carnes blancas como el pollo, el pavo o el conejo ya que son de fácil digestión por ser más magras y bajas en grasa. También podemos optar por pescado blanco como la merluza.
Como fuente de fibra la calabaza es un alimento estrella, facilita las digestiones, ayuda en la absorción de nutrientes, es sacian y tiene poder diurético.
Es muy interesante añadir ciertos antioxidantes como los frutos rojos o las verduras de hoja verde para frenar el deterioro cognitivo.
Una vez a la semana podemos añadir otra fuente de proteína como huevo crudo ya que es una proteína de alto valor biológico o queso fresco.
Si dudamos entre dar alimentos crudos o cocinados la primera opción sería la idónea ya que nos aportara mayor hidratación pero muchas veces en animales con pérdida de olfato y gusto es necesario cocinar los alimentos. En ocasiones nuestros animales mayores suelen tener hambre a deshoras por lo que podemos aumentar el número de tomas diarias en incluso dar algún tentempié saludable para saciar la ansiedad que pueden desarrollar algunos, para esto podemos aprovechar los beneficios que aportan las frutas: la manzana, la sandía o el melón son muy buenas opciones ya que contienen mucha agua y ademas ayudan a eliminar toxinas entre otras cosas.
Como suplementos tan solo mencionaremos algunos por encima ya que hablaremos en profundidad de este tema en las próximas entradas.
Añadir probióticos nos ayudará a mejorar la absorción de nutrientes y a regenerar la mucosa intestinal. El yogurt natural o el kefir son excelentes para ello.
El aceite de salmón es un gran complemento como fuente de Omega 3 de origen animal actuando como antiinflmatorio, protegiendo el tejido cardiovascular y ayudando en la función renal y cerebral.
El aceite de coco es otro suplemento indispensable en las dietas de nuestros super abuelos. Los trigliceridos de cadena media suponen una fuente directa de energía celular y son un gran complemento natural contra la muerte neuronal ayudando a los perros que padecen síndrome de disfunción cognitiva y por supuesto como opción preventiva.
La cúrcuma (golden paste) también nos proporciona muchos beneficios a nivel general como son efecto antiinflamatorio, anticáncerigeno, antioxidante y como tratamiento en trastornos digestivos.
La dieta natural también se puede adaptar a cualquier animal enfermo, tan solo debes acudir a un experto en nutrición natural para que haga una dieta personalizada a tu perro en función de la patología y estado de salud general. Como ya os hemos mencionado en otras ocasiones, la nutrición también forma parte de los cuidados paliativos en animales enfermos y su papel es muy importante para tener la mejor calidad de vida posible y retrasar el progreso de la enfermedad.
Debes saber…
Si alimentas a tu perro con pienso y no puedes o quieres hacer un cambio a dieta natural aun conociendo sus enormes beneficios, debes tener en cuenta que igualmente puedes mejorar su alimentación incorporando ciertos alimentos como los mencionados más arriba, añadiendo caldo de huesos a su dieta o compaginado el alimento seco (con bajo contenido en carbohidratos) con latas de alta calidad.
Recuerda…” somos lo que comemos”.