domingo, 5 de abril de 2020

Cuidados paliativos en perros: un enfoque integral



El objetivo de los cuidados paliativos es ayudar a los animales con una enfermedad grave a sentirse mejor y a que puedan seguir disfrutando de su vida. Estos cuidados previenen o tratan los síntomas y efectos secundarios de la enfermedad y de los tratamientos médicos ya instaurados. En medicina humana se dan frecuentemente,  algo que en veterinaria  no es tan habitual, aún queda mucho por hacer.  Afortunadamente cada vez son más los veterinarios y especialistas que optan por un tratamiento integral en los animales enfermos. 

Los cuidados paliativos abarcan desde el control del dolor, la nutrición, el bienestar emocional y desarrollo cognitivo, las terapias físicas y de rehabilitación, las técnicas de enfermería así como la adaptación del hogar y el apoyo a la familia. Todo esto hará posible mejorar la calidad de vida del animal y en consecuencia la de sus responsables y cuidadores.

Estos cuidados son fundamentales en enfermedades como el cáncer, alteraciones musculoesqueléticas crónicas, insuficiencia renal, cardiopatías o alteraciones neurológicas.

Se debe evaluar minuciosamente cada área para poder detectar posibles puntos de mejora con el fin de crear un plan de cuidados completo, sumado a los tratamientos pautados por el veterinario y siempre con el consenso y bajo la supervisión de este. 

Control del dolor

Existen distintos tipos de dolor según su evolución (agudo o crónico), según su origen (somático o visceral) y según su mecanismo de producción (nociceptivo, neuropático o psicógeno). Es el primer punto que deberíamos abordar en un paciente enfermo. Actualmente existen distintas terapias complementarias, que no tienen efectos secundarios y que  se utilizan cada vez más en medicina veterinaria para paliar el dolor como son la rehabilitación, la terapia craneosacral, la osteopatía, la acupuntura o la terapia láser. Son muy eficaces y pueden ayudarnos a reducir el dolor y malestar de manera significativa proporcionando una mejoría a nivel general.

Nutrición 

Una alimentación adaptada al tipo de enfermedad es crucial para un tratamiento completo y eficaz. Ya lo dijo Hipócrates: “Que la comida sea tu alimento, y el alimento tu medicina”. En la actualidad existen muchos nutricionistas que pueden formular una dieta específica para cada dolencia y para cada animal en concreto. 

Comportamiento

En los animales es muy frecuente separar el comportamiento y las emociones de su salud fisiológica cuando realmente forma parte de ella. De hecho el estado emocional del individuo tiene una fuerte influencia en los procesos de enfermedad, en su evolución. Es necesario detectar estados negativos como son el miedo, la ansiedad, la frustración, la depresión o el estrés crónico y averiguar el origen de estos para poder trabajar en ello. Asimismo deberíamos cuidar sus relaciones sociales tanto con los miembros de la familia como con otros individuos en el exterior y ayudarles a poseer control sobre el medio que les rodea. No debemos olvidarnos tampoco de seguir proporcionándoles actividades y juegos que les gusten y motiven como pueden ser los juegos de olfato, juguetes interactivos, aprendizaje de nuevas conductas, juego conjunto... Hay muchos profesionales, tanto en el ámbito veterinario (etólogos) como fuera de él (adiestradores, educadores) que nos pueden guiar en este sentido.

Terapias físicas y de rehabilitación

No solo los enfermos con problemas de movilidad se beneficiarán de sesiones de rehabilitación, todos los enfermos crónicos lo pueden hacer. Se debe ajustar la actividad a su estado de salud, pautar ejercicios controlados en los que se trabajen distintas áreas así como proporcionarles estimulación cognitiva. El objetivo es adaptar sus rutinas y sus actividades favoritas para hacer más llevadera la enfermedad. 


Técnicas de enfermería

Nuestro veterinario nos enseñará distintas técnicas para mantener la salud de nuestro animal enfermo en casa: curar heridas correctamente, dar masajes, ofrecer alternativas en la toma de medicación, indicar cambios de postura de manera adecuada,  vaciado de orina y heces en los casos en los que sea necesario, mantenimiento de una buena higiene… Cuando nos enseñan a tener todo bajo control adquirimos seguridad, algo muy importante que debemos transmitir a nuestros animales. 

Adaptación al hogar

Es nuestra responsabilidad adaptar nuestro hogar a la nueva situación de nuestro fiel amigo. A veces es necesario poner rampas o escaleras que les permitan subir y bajar con facilidad de sofás o camas si siempre lo ha hecho o tapizar de alfombras el suelo para evitar que se resbalen y así ofrecerles mayor estabilidad. Otro ejemplo son las camas ortopédicas, excelentes para ofrecerles mayor comodidad, evitan que sufran sus articulaciones y el descanso es mucho mejor. Para perros o gatos ciegos marcar con distintos olores ciertas partes de la casa les ayudará a ubicarse más fácilmente e incluso existen bastones para animales con problemas de visión que puedes hacer tu mismo. 

Hay cosas que a nosotros nos pueden parecer insignificantes y que para ellos hacen la diferencia. Pequeñas intervenciones proporcionan grandes cambios. Piensa en las situaciones en las que tu amigo puede necesitar una ayuda extra y no pierdas tiempo, abre tu mente y da con la manera de ayudarle. 

Apoyo y atención a la familia 

Es necesario que la familia entienda la enfermedad y sea parte activa en su tratamiento integral. Se deben exponer los miedos, dudas y opiniones al veterinario y terapeutas para poder seguir ayudando a nuestro perro de la mejor manera posible.

Preservar el lazo humano-animal

Los familiares deben comprender la importancia de cuidar el vínculo humano-animal en esta etapa, ya que es momento de vivir el presente más que nunca. Compartir tiempo de calidad con ellos: caricias, masajes, paseos al sol, momentos de tranquilidad, juego adaptado al animal… serán momentos inolvidables que guardaremos en nuestro recuerdo y nos harán sonreír en el futuro. Jamás deberíamos dejar que nuestro amigo padezca la enfermedad en soledad.

Evaluación de la calidad de vida

Es obligatorio evaluar la calidad de vida del animal frecuentemente e ir haciendo los cambios necesarios de manera activa, por ello debemos tener contacto directo con nuestro veterinario de manera semanal o quincenal dependiendo de la gravedad de la patología,  para poder monitorizar el avance real de la enfermedad así como la efectividad de los tratamientos y del plan de cuidados. Una buena idea es llevar un diario con un resumen de cada día resaltando las cosas que nos parezcan más significativas. 

En nuestro país actualmente existen pocos centros veterinarios que abarquen al completo los cuidados paliativos, por eso siempre podemos recurrir a otros profesionales para que se unan a nuestro veterinario y podamos formar un equipo para dar con el  tratamiento integral perfecto para nuestro animal.

Los cuidados paliativos se deben proporcionar en animales con enfermedades crónicas, independientemente de su edad, y animales en fase terminal. 

"Así como una coma cambia una frase, una simple actitud cambia una historia".

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